En la práctica de Ashtanga se entonan dos mantras, uno al principio y otro al final. Es recomendable que el practicante se aprenda ambos aunque no es obligatorio.
Mantra de apertura:
Om
vande gurūṇāṃ caraṇāravinde
sandarśita svātma sukhāva bodhe
niḥśreyase jāngalikāyamāne
saṃsāra hālāhala mohaśāntyai
ābāhu puruṣākāraṃ
śaṇkha cakrāsi dhāriṇam
sahasra śirasaṃ śvetaṃ
praṇamāmi patañjalim
Om
Om
Rezo a los pies de loto del gurú supremo
Que enseña su saber, despertando la gran alegría del ser revelado
Que actúa como chamán de la selva
Capaz de eliminar la decepción del veneno de una existencia condicionada.
Ante Patanjali, encarnación de Adisesa, que con su color blanco,
Mil cabezas radiantes (en su forma de serpiente divina, Ananta)
y su aspecto humano a partir de los hombros empuña la espada de la discriminación
junto a una rueda de fuego que simboliza el tiempo infinito y una caracola que
representa para él el sonido divino,
me postro,
Om
Mantra de cierre (Mangala Mantra):
Om
svasti prajābhyaḥ
paripālayantāṃ
nyāyyena mārgeṇa
mahīṃ mahīśāḥ
gobrāhmaṇebhyaḥ
śubhamastu nityaṃ
lokāḥ samastāḥ
sukhino bhavantu
Oṃ
śāntiḥ śāntiḥ śāntiḥ
Om
Pueda la prosperidad ser glorificada
Puedan los administradores regir el mundo con ley y justicia
Puedan todas las cosas sagradas ser protegidas
y pueda ser la gente del mundo ser próspera y feliz
Om.
paz paz paz